Krisis
La palabra griega krisis viene del verbo krinein que significa separar o decidir. Según la RAE una crisis es un cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso, una situación, o en la manera en que estos son apreciados.
Vitales, de pareja, laborales, familiares, con nosotros mismos o con el mundo…
Todos pasamos varias crisis a lo largo de nuestra vida. ¡Qué suerte la nuestra! Y es que, aunque son momentos duros, de incertidumbre e incomprensión, son también momentos asombrosos. Son el origen de una nueva “era”. Son los momentos previos a que nuestra vida pase a otro lugar. Evolucione, hacia una dirección que podemos y debemos elegir.
Damos lo mejor cuando afrontamos desafíos. Y una crisis, vivida de forma consciente, es la oportunidad para sacar lo mejor de nosotros. Sin embargo, cuando estás dentro no es fácil mantener la claridad.
Al igual que esperar el metro sabiendo los minutos que quedan para que llegue es tranquilizador, saber que estar en una crisis es el momento previo a resurgir debería ser esperanzador, o a mí me lo parece.
Pero esto no va de esperar. Va de hacer algo. Y es que a veces estar mal, realmente mal es un gran motor para cambiar. Es el gran motor. Muchas veces no estamos contentos con algo, pero hasta que no tocamos fondo no hacemos nada. ¡Menos mal que tocamos fondo!
Por favor, se responsable, si no estás bien haz algo. No esperes. Deja de poner tu foco y atención en todo lo malo y negativo que esté pasando o pueda pasar algún día. Y haz lo que esté en tu mano para cambiar tu realidad ahora. Hazte responsable de tu vida.
Hoy escribo para recordaros a vosotros y a mí, que una crisis no es un drama si no una oportunidad. Simplifiquemos la situación, puedes hacer muchas cosas al respecto, pero yo te propongo lo siguiente:
1. Da gracias por tocar fondo.
Desde ahí podrás coger impulso. Y es que es cierto que a veces hay que estar realmente mal para cambiar el rumbo. No es nuevo, seguramente nos haya sucedido anteriormente pero tal vez no seamos conscientes. Te invito a coger papel y pensar un par de minutos en las crisis que tuviste en tu vida y en las cosas que surgieron de ellas.
(Yo me fui a vivir al extranjero enfadada por la nota de mi proyecto fin de carrera, empecé FIMAD cuando me di cuenta de que mi vida como arquitecta no era la que me había imaginado, y seguramente no habría empezado a escribir de no estar en mi crisis actual.)
2. No te regocijes en el dolor.
Hay momentos tristes, dolorosos y de incertidumbre. Son emociones que aparecen y que no podemos ni debemos bloquear. Llegarán inevitablemente, sin embargo, decidir no instalarnos en esas sensaciones y movernos a actividades que nos generen otro tipo de emoción es nuestra responsabilidad exclusivamente. Para que esto suceda es importante no visualizarnos como la víctima de las circunstancias.
3. Mueve tu cuerpo.
Anda, corre, nada o lo que puedas. No soy médico, pero para mí es matemático: mover mi cuerpo me oxigena las ideas y me da perspectiva. Siempre que te encuentres regular, sal a correr.
4. Muévete mentalmente.
Sabes qué cosas te interesan, aunque no sepas la utilidad posterior. Te invito a que desarrolles todas tus habilidades en torno a ese interés.
Internet ha democratizado la información de tal manera que ya no hay escusa para no ser un experto de aquello que te mueve. Por muy absurdo o común que te parezca ese interés, desarróllalo.
Te invito a explorar aquello que te interesa para llegar a entender quien eres. Te aseguro que tener la valentía de tirar de tus “cualidades” o motivaciones te llevará a otro lugar. Una formación conducida o autodidacta sobre un tema que te apasione es revelador. Es una nueva visión.
No hablaré de vivir según tu propósito o misión porque es algo que se me escapa. Sin embargo, con una crisis tienes una oportunidad de conocerte más a ti mismo. Creo que vivir desarrollando al máximo nuestras cualidades y potenciales, y enfocado a un fin coherente con nosotros, es sin duda un gran lugar al que dirigirse.
5. Háblate y trátate bien.
Tu diálogo interno es muy importante. Reconocer cuando te estás dando mensajes negativos y ser consciente de que no eres tú si no tu miedo o tu ego hablando, es clave.
Rodéate de la gente que te quiere y que te habla con cariño. Aunque aquí la complicación es entender que cada persona aconseja desde las experiencias que ha tenido en su vida y desde su interpretación de la vida y de la situación. Déjate cuidar pero sin dejar de ser tú quien decida tus pasos.
6. Disfruta de lo bueno que pueda tener esta situación.
Tal vez, como a mí, os ocurra que habíais imaginado que las cosas serían de una manera y cuando ocurren de otra forma lucháis contra la realidad que vivís en lugar de disfrutar de las cosas buenas que tenga la nueva situación. Porque toda circunstancia tiene algo positivo. Esta crisis también. Encuéntralas o te las vas a perder.
En resumen, disfruta de esta crisis, al fin y al cabo es la señal de que algo nuevo está a la vuelta de la esquina.