Fi wall

Fi wall no es solo un calendario.

Fi wall no es únicamente un planificador anual.

Fi wall no es solo un lienzo en blanco.

FI wall nos permite entender que el futuro y pasado están relacionados por el momento que estamos viviendo. Que los recuerdos y logros de meses anteriores deben estar visibles porque son un impulso para avanzar.

Fi wall visualiza un año entero. Es una lámina de papel vegetal translúcido en la que aparece cada día del año con un espacio suficiente para cualquier anotación.

Fi wall está organizado en semanas, como unidades lógicas de organización con un marcado principio y fin.

Fi wall crea un lugar en tu casa o trabajo donde poder ver el tiempo, donde poder reconocer el presente al visualizar el futuro, sin olvidarte de los logros y experiencias que a lo largo de este año han sucedido.

Fi wall es un mensaje:

 "Hay tiempo. mira cuánto tiempo hay y decide que es importante para tí. pon fecha a aquello que realmente merece la pena“

 "saca el tiempo para esas personas, esos sueños y aquello que te hace feliz"

Fi Wall es un momento: el de pararse a pensar, a imaginar.

Fi Wall es domingo por la tarde. Es las semanas antes de vacaciones. Es el momento de soñar e inventar.

Fi Wall será un recuerdo. Será el recuerdo de haber vivido otro año maravilloso con sus luces y sombras, con sus problemas, retos e imprevistos.

Fi-wall es el papel vegetal donde siempre encontrarás que te ocurrió aquel maravilloso año.

Fi Wall es el recuerdo de haber vivido.

Fi wall tiene una historia ...

La primera vez que hice este prototipo fue a mano, uniendo folios y escribiendo cada día del año.

Tras seis años de relación a distancia mi pareja y yo establecimos la fecha en la que yo volvería de Suiza para finalmente vivir juntos.

Un año puede parecer un período largo de tiempo pero no lo es tanto al poder verlo en una sola hoja y entender que es un numero limitado de semanas, cincuenta y dos. Ver que iban pasando nos dio la fuerza para seguir adelante y relativizar la duración de ese tiempo separados. Cómo solíamos hacer buscamos fechas intermedias periódicas para viajes cortos o escapadas con amigos. Y en los momentos entre una visita y la siguiente siempre podíamos mirar los meses anteriores y recordar que no hacía tanto desde la última vez que nos vimos y que tampoco quedaba tanto para ese pequeño viaje que habíamos planeado.

Tener esta perspectiva nos daba la energía para vivir esta situación como una etapa finita que también disfrutar. Todo mi año quedó reflejado en aquel calendario. Las cenas de los miércoles con las chicas, los cumpleaños, las escapadas a los Alpes o las despedidas de amigos que cambiaban de etapa.

Mi calendario agrupa todos los recuerdos de una preciosa etapa de mi vida. Al verlo también recuerdo la ayuda que supuso para mí poder comprender qué estaba viviendo.

Es una herramienta simple pero reveladora por eso el año pasado decidí regalársela a amigos y familia y este año la ofrezco al mundo.